domingo, 25 de octubre de 2020

Transporte de viajeros

   Líneas con dirección a Baena

En el Anuario de 1906 se menciona el primer servicio de viajeros de Valenzuela, la línea que conectaba con la estación de Luque-Baena.


La prensa de Córdoba (1) hace referencia a una estación en agosto de 1909. Supongo que era una estación de coches de caballos,


La última referencia a un coche de línea tirado por caballos es de abril de 1921.(2)



 En noviembre de 1926, Manuel Oliván Gordillo matricula (3) un Ford O. que, probablemente, fue el automóvil que cubría la línea de Valenzuela a Baena mencionada en un anuario de 1932 (4). 



Anuario 1932


Además, en 1936 escriben sobre una línea de Baena a Jaén pasando por Valenzuela (5).



   Durante los años cuarenta y cincuenta, la empresa de José Corpas León se encargará del servicio de viajeros a Baena (6). 

   A finales de los cincuenta lo releva Rafael Ramírez, que agrega el viaje de mediodía al tradicional de la mañana (7).


   Antes de llegar a Baena, el autobús pasaba por Albendín. El recorrido continuaba hasta Lucena, por la carretera de Luque y Zuheros. El viaje de Valenzuela a Cabra en la “Ramírez” podía durar tres horas, aunque la distancia de Valenzuela a Cabra sin desvíos y sin paradas era de cincuenta kilómetros y su duración de una hora. Si terminaba en Lucena, la duración del viaje podía ser de cuatro horas. Una experiencia personal: un día del año 1970 salí de Lucena a las nueve de la mañana y llegué a Valenzuela a la una y media; pero teniendo en cuenta que había salido de Iznájar a las siete, el tiempo total invertido en un viaje de cien kilómetros fue de seis horas y media.

  La parada de Baena estaba cerca de la de la empresa Alsina-Graells que ofrecía los viajes a Granada, Córdoba y Málaga. Además, paraba en la estación de Luque-Baena, que formaba parte de la línea ferroviaria Linares-Puente Genil. Desde este último punto se podía enlazar con los trenes de Málaga.

  Hasta mediados de los años setenta tenía dos salidas: la de las siete de la mañana y las de  dos de la tarde. El número de pasajeros ordinarios fue disminuyendo en esta década. Prácticamente, el servicio quedó convertido en el transporte de los alumnos del Instituto de Baena hasta finales de este decenio, cuando los estudiantes de Bachillerato empezaron a acudir al Instituto de Porcuna. Algunos días, en época de vacaciones, traía la saca del correo el conductor, que residía en Albendín, en su coche particular porque el autobús se había quedado vacío en esa localidad. 

  El vehículo llevaba un cobrador. Pero este puesto de trabajo fue suprimido a finales de los sesenta. El cobrador que venía a mediodía era Pineda, un vecino de Lucena que empleaba toda la jornada en el viaje de ida y vuelta de Lucena a Valenzuela.

  Los conductores anteriores pernoctaban en Valenzuela. Los del pueblo, Modesto y Valverde,  vivían en las casas de sus padres y los forasteros, en una casa alquilada. 


Líneas con dirección a Porcuna

La empresa concesionaria de la línea Valenzuela-Estación de Villa del Río, en los cuarenta, fue la de Francisco Valcárcel García (5). Los viajeros continuaban su viaje a Córdoba en tren, aunque tenían la opción de apearse  en Porcuna para continuar el viaje en otro autobús (8).



  En los años cincuenta, la línea Valenzuela-Villa del Río se redujo a la de Valenzuela-Porcuna. Esto provocó que se eliminara el enlace ferroviario más próximo. Desde ese momento, para coger un tren para Madrid o Barcelona, desplazándose en un transporte colectivo, había que ir a Córdoba.

  La línea, junto a la de Jaén-Córdoba, pasó a la empresa Ureña, aunque se mantuvo el cambio de vehículo para viajar a Córdoba, porque el coche seguía hasta Jaén. En los años setenta, los viajeros que tenían que apearse eran los que iban a Jaén. Otras de las mejoras en el viaje a Córdoba fueron la implantación del viaje de vuelta de Córdoba a mediodía y la venta de billetes de ida y vuelta con descuento.

  Ureña suprimió el puesto de cobrador a mediados de los sesenta. El último de ellos se llamaba Vicente. 

 Los conductores de Ureña también pernoctaban en Valenzuela. Uno de ellos, Abraham, vivía con su familia en una casa de la calle Feria que tenía una cochera por la parte trasera en la que se guardaba el autobús. De los posteriores solo recuerdo los nombres de Enrique y Paco. Después de Enrique, durante en tiempo que la  compañía concesionaria fue Viajes Torremolinos llevaba los coches un conductor joven que fue relevado por otro de más edad, otra vez con Ureña como empresa concesionaria. En ese período ocurrió un  accidente muy grave en el itinerario Valenzuela-Córdoba.


Accidente del autobús de la empresa Ureña (9)

A finales de los años sesenta, la empresa Ramírez abre la línea Lucena-Andújar, que tuvo poca afluencia y duración. La misma empresa mantuvo en los años sesenta un viaje semanal a Madrid.

***

Durante estos años y los setenta varias empresas tenían líneas irregulares a Barcelona, con parada en Valenzuela.


Taxis

En 1924, Santiago Gallego Padilla matricula un Isotta-Fraschini (10) y al año siguiente solicita una “autorización para establecer un servicio público de viajeros sin itinerario fijo” (11). Puede ser el primer taxi de Valenzuela. Otro taxi sería el de mi abuelo Emilio el “Chófer”, que perdió su coche en la Guerra.





   En diciembre de 1934, Pablo Montilla Velasco consigue la “autorización para conducir vehículos con motor mecánico” (12). Pablitos sería taxista durante varios decenios. Otros propietarios de taxis fueron Juan Castilla y Antonia Montilla. Antonia fue la primera mujer taxista de Andalucía.




   Los taxis de Valenzuela en los que viajé alguna vez fueron los de Ruano, Pablitos, Feliciano “Jeringuita”, Cristóbal, Rafael y Valverde.

   Debido a la excesiva duración del viaje a Córdoba en la “Ureña” y a que la salida del viaje de vuelta era por la tarde, los viajeros preferían ir a Córdoba en los taxis pagando por asiento individual. Eran los viajes “piratas”, que se generalizaron en los años sesenta. Cuando iban con exceso de viajeros no se sabía que recorrido iban a tener: al llegar a Bujalance se desviaban por caminos vecinales que podían terminar en Alcolea, el Puente Romano o en la carretera de Granada.

ENLACES

(1) El defensor de Cordoba : diario católico Ano XI Número 2986 - 1909 agosto 5.Página 1


(2) Diario de Córdoba de comercio, industria, administración, noticias y avisos Año LXXIINúmero 31554 - 1921 abril 23. Página 1.


(3) Córdoba automovilista : órgano de los automovilistas de la provincia Año IV Número 81 - 1926 noviembre 1. Página 11.


(4) ANUARIO REGIONAL DESCRIPTIVO, INFORMATIVO Y SELECCIONADO DE LA INDUSTRIA,COMERCIO, AGRICULTURA, PROFESIONES, ARTE Y TURISMO DE LA REGIÓN DEANDALUCÍA Y NORTE ESPAÑOL DE ÁFRICA. 1932, PÁGINA 253.


(5) El defensor de Córdoba :diario católico Año XXXVIII Número 12135 - 1936 marzo 31. Página1.


(6) Boletín de la Camara Oficial de Comercio e Industria de Córdoba Año LXIII Numero 517 - 1941

diciembre 31. Pagina 24.


(7) SUR.10 de diciembre de 2017


(8)Azul : órgano de laFalange Española de las J.O.N.S. Año V Número 1035 - 1940 abril10. Página 3.


(9) ABC de Madrid. 12 de enero de 1977. Página 45.


(10) Córdoba automovilista : órgano de los automovilistas de la provincia Año II Número 13 - 1924 enero 1. Página 16.


(11) La voz : diario gráfico de información Año VI Número 1790 - 1925 enero 2. Página 11.


 NOTA: Los datos de esta entrada están basados en  noticias de prensa y en recuerdos personales. Por lo tanto, las fechas  puede que no sean exactas







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