PABLO JESÚS LORITE CRUZ
El Yacente de Valenzuela, una desconocida obra de Faustino Sanz Herranz (Es un enlace)
Revista de Claseshistoria
Publicación digital de Historia y Ciencias Sociales
Artículo Nº 298
15 de mayo de 2012
ISSN 1989-4988
DEPÓSITO LEGAL MA 1356-2011
Efectivamente al observarla con detenimiento vemos dos cuestiones claras, la primera que indudablemente está terminada, pues la cama mortuoria sobre la que cae sí está policromada en tonalidades blancas y en segundo lugar que la imagen no es de Ruiz Olmos, sino de otro autor bastante importante y en cierto modo con rara presencia en Andalucía. Concretamente está firmada en la sábana, donde especifica: F. SANZ HERRANZ 1967.Positivamente nos encontrábamos ante una obra descontextualizada totalmente del que se ha venido a considerar como indica Bonet Salamanca el “último de nuestros imagineros.” En este sentido como vamos a ir viendo a lo largo de este pequeño artículo nos hallamos ante una sorprendente y sorpresiva obra de un muy considerable valor patrimonial olvidada en una pequeña población rural de Córdoba
Para referirnos al Yacente de Valenzuela, la primera idea de la que tenemos que partir es el hecho de que siempre se ha considerado que no se encontraba terminado por la razón de que Sanz Herranz en su genialidad de enfrentarse a Cristo muerto en el sepulcro decidió no utilizar ninguna clase de policromía en todas las carnaciones del Cristo, siquiera en los ojos, simplemente la utilización de las tonalidades blancas fueron para el paño de pureza y la cama mortuoria, con la peculiaridad de dar una capa tan fina que el blanco se mezcla con las vetas ocres y naturales de la madera, de tal modo que parece a primera vista una obra totalmente inacabada que por cualquier circunstancia quedaría en un taller y se llevó a Valenzuela. Con todo lo comentado es evidente que no es así, si bien creemos que el autor debió de ser consciente de que en una ciudad de considerable tamaño con una gran tradición en la celebración de la semana santa mayor no le aceptarían esa clase de yacente y como en muchas ocasiones hicieron los imagineros de esta época, dado el encargo de alguna manera que desconocemos, decidió esconderlo en Valenzuela para que se conservara pasando desapercibido y en épocas posteriores fuera descubierta la valía del mismo, al menos esa es nuestra hipótesis
Es una obra muy agradable a la vista, un poco más pequeña que el tamaño natural, donde se pueden observar cómo los acabados son perfectos con unos interesantes trazos profundos de gubia por ejemplo en el pelo, pensemos que al mostrar la obra directamente sobre la madera no hay la posibilidad de paliar errores o crear relieves con el estuco, por lo que el uso de la gubia tiene que ser mucho más estudiado y perfeccionado.
Fotografías y vídeo de El Vinagorro
Sepulcro antiguo |
Alfonso Horcas, su hijo Antonio y Pablo Montilla |
La urna fue elaborada por Alfonso Horcas |
No hay comentarios:
Publicar un comentario